Once de la mañana.
Salgo de casa. Acompañada. Me llevan al Materno a mi 2ª Revisión. Estoy positiva y aparentemente tranquila:
-Qué me pueden decir, si no me han hecho ninguna prueba!!esto es una visita a la Oncóloga, más bien!-pienso.
Inexplicablemente, el pecho izquierdo (el que un día tuvo un tumor) me duele (más que dolor, lo siento sensible, como hinchado), también tengo unas pequeñas punzadas en la axila derecha ya desde hace unos días y no sé muy bien por que.
Llego al Hospital. Hora de llegada: 11:30h. Justo mi hora de consulta.
-Por los pelos!- pienso.
Sigo aparentemente tranquila aún que, no sé, incomoda con mi cuerpo. Me perturba los pinchazos de la axila, los sofocones del calor que hace en la sala de espera, el pecho sensiblón...
La sala está llena; llenísima. Nos sentamos. Empiezo a notar miradas de los allí presentes que me dicen en silencio lo joven que soy para estar allí (sí, soy una de esas injusticias de la vida!).
Las 12:30h y seguimos sentados en el mismo sitio. Sigue habiendo mucha gente. La misma gente.
Las 13h. Mi acompañante empieza a revolverse en su asiento, impaciente. No contábamos con esto y está trastocando nuestros planes mañaneros. Ya no llegamos. En fin!.
Empiezo a estar un poco nerviosa. Me levanto y me dirijo hacia la sala de enfermería para preguntar qué es lo que está pasando. Me dicen que los médicos tuvieron reuniones y empezaron la consulta a las 10:30h en vez de a las 8:30h por lo que hay un retraso de unas 2h.
Vuelvo a mi asiento. Se lo comento a mi acompañante y los que están alrededor. Estamos indignados, qué falta de consideración! Podrían haber avisado!.
Son las 13:30h, vuelvo a la sala de enfermería y le pregunto cuántos pacientes tengo por delante para poder ir a tomarme un temtempié a la cafetería. No me lo puede decir, la oncóloga está con una paciente y no puede entrar para consultarlo. Vuelvo a mi asiento.
Mi acompañante está casi de los nervios, yo... buf!... entre los sofocones, los pinchazos de aquí y de allá, los recuerdos del lugar y los movimientos de silla del que está a mi lado... me llega también.
A las 14h, viene la enfermera y me aconseja ir a tomarme ese temtempié porque todavía tengo a 3 pacientes por delante. Le doy las gracias y nos levantamos.
Salgo a la calle a fumarme mi primer cigarro de hoy. Estoy sola. Hace sol y me pongo las gafas de sol. Me enciendo el cigarro. Inexplicablemente empiezan a caérseme lágrimas de los ojos. No sé qué me pasa pero estoy incómoda, nerviosa y rara. Tengo ganas de verme en casa ya!.
Intento tranquilizarme (si total, esto es una visita). Me autoconciencio de ello y voy a tomarme un pinchito de tortilla.
Vuelvo a la sala de espera, son las 14:30h. Nos sentamos y seguimos esperando. No me apetece entrar. Estoy rara y enfadada. Me imagino esta situación durante los próximos 5 años de revisiones y no me apetece.
- Qué pereza! por qué a mi?- pienso. (hacía mucho de esta frase!).
Hora: 14:45h. Se escucha: Paula García, pase a consulta. Al fin!!!.
Entramos en la consulta. La Oncóloga me pide mil disculpas por el retraso. Aprovecho para sugerirle que cuando sea así, estaría bien que avisasen a los pacientes. Bueno, zanjamos este tema. No es a lo que venimos.
Me pregunta que qué tal estoy? le digo que bien. No me debió de ver muy convencida porque me lo preguntó una 2ª vez. La verdad, tenía ganas de llorar pero no dije nada. (Qué me pasa!).
Me tumbo en la camilla. Le comento que ultimamente me encuentro algo cansada, que tengo pinchazos aquí y allá, que el pecho lo tengo sensible y que el Zoladex (tratamiento que me inyecto cada 28 días para retirarme la regla) me da efectos secundarios. No le da demasiada importancia.
- Es normal, son efectos de la radioterapia, de las inyecciones,...-dice mientras me explora.
Vuelvo a mi silla y me comenta que llegados a este momento y, como ya llevo bastante tiempo con menopausia forzada, sería aconsejable que me inyectasen calcio por vena para los huesos.
- Puedes ir ahora al Hospital de Día y ya te lo inyectan. Son sólo 15 minutos.
- Vale!- sale de mi boca, aún que por dentro... qué putada! después de la mañana que llevo...tener que entrar en el Hospital de Día! buff, con las ganas que tengo de irme a casa!.
Entro en el Hospital de Día. Está llenísimo! le entrego el papel a una enfermera y me manda sentarme en donde pueda. Me siento y, automáticamente, me vienen las náuseas. Vaya mañanita!. Me inyectan el calcio durante 15 minutos aproximadamente, me retiran todo y me voy.
Salgo de allí casi a las 16h y agotada después de 5h de haberlo pasado realmente mal.
Me quedan 5 años de revisiones y por lo que veo, voy a tener que mentalizarme para poder afrontarlas. No me quedaron ganas. Si estoy así con una revisión que practicamente es una visita... Qué será de mi en la 3ª revisión con resultados de una Resonancia!.
Por lo de pronto, ya estuve pensando que creo que me tomaré varias tilas previas e iré sola con un libro, o me llevaré a un Buenafuente de la vida para que me cuente unos cuantos monólogos de risa mientras espero mi veredicto (por aquello de engañar al cerebro ya que el que espera, desespera!!).
Ahora son las 23h. Ya estoy más tranquila. Me dijeron que es posible que el calcio me dé fiebre. Por ahora no la he tenido. Eso sí, llevo toda la tarde tumbada; cansada y recuperándome de una mañana tan desagradable. Ya no me dan pinchazos en la axila derecha y el pecho parece que ya no me molesta tanto...
1 comentario:
Según iba leyéndote se me iban ocurriendo un montón de chascarrillos y bromas sin sentido. Así que me nomino como Buenafuente, pero estando tan lejos tendrá que ser por teléfono.
Fue duro Paula, pero ya paso.
Feliz fin de semana
Publicar un comentario