miércoles, 9 de febrero de 2011

Modernidad versus Espiritualidad


Modernidad versus Espiritualidad.

Texto sacado del libro El camino de la espiritualidad, Jorge Bucay.

Lo he leído la pasada noche y aquí os lo dejo para que todos pensemos un poco en ello.




" El desarrollo avasallador de la tecnología, especialmente de la mano de la robótica y de internet, ha cambiado para siempre la vida en el planeta, por un lado brindando acceso casi ilimitado e instantáneo a todo el conocimiento del hombre, y por otro ofreciéndole como nunca nuevas posibilidades de interactuar con el afuera, no sólo por el hecho de poder hacerlo sin salir de casa... sino además por la alternativa de establecer diálogos y contactos virtuales en total anonimato.

... después de disfrutar durante un tiempo de las ventajas y el confort al que la tecnología de vanguardia nos ha lanzado, empezamos a echar de menos algunas de aquellas cosas más primitivas y esenciales; como consecuencia (o gracias a ello), en lugar de convertirnos en un robot más, eficiente y sin alma, aparecieron nuestros aspectos más nostálgicos y sensibles.

A riesgo de ser calificados de "antiguos" o "caducos", la sociedad parece exigirnos que festejemos la llegada de esta `modernidad´ y la pongamos a nuestro servicio para disfrutar del confort que nos promete (por un módico precio, claro) mientras, por otro lado, comienza a publicitar la urgencia del retorno a las cosas simples: al campo, al encuentro y el diálogo cara a cara, al pan casero...

Esta contradicción no puede tener un final feliz... La decisión de vivir fingiendo nunca lo tiene.


Para definir la conducta neurótica Freud decía:

Imagínate condenado a disimular tu verdadera inclinación hacia algo. Supón que, porque te `conviene´, debes vivir adulando a un jefe gritón; imagínate que, porque así lo decidieron tus padres, te ves forzado a estudiar una carrera universitaria que no te agrada; ponte en el lugar de alguien que no tiene otra alternativa que compartir gran parte de su vida junto a una persona con quien tiene afinidad cero...


Digamos ahora que para poder llevar adelante la situación y no pagar los costos de mostrar lo que te pasa realmente, tú decides esconder tus verdaderos sentimientos en un barril de madera y clavar después la tapa. Como en este imaginario no puedes darte el lujo de dejar entrever que has escondido algo en el barril, decides esconderlo hundiéndolo bajo el agua.

En esta situación deberás estar pendiente todo el tiempo de mantener oculto el barril, porque si no lo sostienes activamente, empujándolo hacia el fondo, saldrá a flote y quedará expuesto a la vista de todos.

Tal vez no te parezca demasiado esfuerzo mantenerlo allí, comparado con el beneficio que obtienes o el prejuicio que evitas, pero piensa... No puedes alejarte del lugar, no puedes descuidarte, no puedes descansar, no puedes más que resignarte a esa condena de alguna manera autoelegida.

Mantener una apariencia funciona de la misma manera. La energía que gastas en ocultar la verdad no puedes utilizarla en vivir tu vida, y mucho menos en ser feliz. Ese desgaste es la puerta al malestar crónico de la insatisfacción y esta puerta es siempre el acceso a alguna conducta tóxica o autodestructiva que muchas veces toma la forma de una enfermedad (física o psíquica) que puede aparecer a través de una brutal explosión, incomprensible para todos.

Después de lo dicho, no es difícil comprender que el camino espiritual, una ruta diseñada para conducirnos a nuestra esencia, puede actuar como remedio y hasta como profilaxis de estos procesos. Mantener la salud es muy difícil cuando vivimos sin autenticidad, y ya que eso es imposible en el pano espiritual, el alma que se acepta y se expande mientras avanza, se sana mientras vamos abandonando, una tras otra, las poses ficticias y los roles mentirosos".

1 comentario:

Sime dijo...

Conocí a Bucay hace 8 años cuando un conocido argentino me regaló un libro suyo que desde entonces casi siempre llevo en el coche. Sus historias pequeñas. Siempre es interesante los pensamientos que nos induce.
¿Qué pasa con las personas que tienen aspectos "menos nostálgicos y sensibles" que un robot de nuestra era?, por ejemplo los robots que pintan coches.
Pero, dada nuestra evolución y visto que casi todos los animales cuidan mejor el planeta que muchísimas personas, ¿que pasará cuando los robots que construyamos sean más "nostálgicos y sensibles" que casi todos nosotros?.

Salud u abrazos,
Sime