Desde hace un tiempo... cada vez que me viene alguna reflexión a la cabeza que me resulta reveladora, la escribo (para siempre recordarla en situaciones similares o para compartirla). Y hoy he decido rescatar las siguientes reflexiones para desarrollarlas en vuestra compañía y a ver que os parece...
Cuando te dicen que tienes un cáncer... es muy difícil de explicar lo que sientes. Desde luego que no es el mejor momento de tu vida ni por asomo... es un puñetazo en toda la cara que no sabes ni por donde remontarte de él. Por descontado que es así.
Pero no va por aquí el foco de mis reflexiones...
Cuando te dicen que tienes un cáncer... por regla general, te encuentras ante un profesional de la medicina convencional.
Cuando te dicen que tienes un cáncer... Entre muchas otras cosas piensas:
Y cuándo me curaré?
Cuando te dicen que tienes un cáncer de mama y que sólo está en la mama... El profesional te expone todo lo que te van a hacer, en que orden y cuanto durará... Y a pesar de lo difícil y angustioso de la situación, entre otras cosas piensas:
este proceso tiene fecha de caducidad. Así que vives la experiencia agridulce de descubrir tu fortaleza, lo bonito de la vida, lo querida que eres, también sufriendo los tratamientos, la operación, las pruebas... pero con un flotador salvavidas palpable: sabiendo que unos meses después (si no es la quimio, es la operación o si no la radioterapia)
todo esto terminará... todo esto tiene fecha de caducidad. Un tiempo después, cuando consigues que se te pase la resaca (miedo) de lo vivido, vuelves a la normalidad de tu vida con un pelo nuevo estupendo, con una cara que desprende luz y un alma que desborda felicidad. La experiencia ha enseñado mucho... ya ha pasado.
Cuando te dicen que tienes un cáncer de mama y que ahora está en el hígado (por ejemplo)... El profesional expone que la quimioterapia es el proceso y parece que no hay fecha de caducidad (vamos viendo). Y, entre muchas otras cosas, piensas:
cómo? y dónde queda mi vida? mi normalidad?...
Y a partir de ese presente, con un futuro "Hospital de Día" sin fecha de caducidad... emprendes un viaje.
Cuando te dicen que tienes un cáncer de mama en el hígado y llevas dos años entre quimio o tratamiento hormonal o anticuerpos... cuando llevas sobre ti, 3 caídas de pelo con sus 3 crecidas de pelo y aún sabiendo que tu hígado mejora pero que la paciencia sufre limitaciones... Piensas:
Y ya está? Realmente nos está diciendo la vida (con lo maravillosa que creo que es) que si tienes un cáncer de mama en el hígado (por ejemplo), la única opción de supervivencia del mundo mundial es una quimioterapia??? En pleno siglo XXI y con todos los estudios y avances que hay... la quimioterapia es la única opción???
Y cuando ya no te conformas y tienes el convencimiento de que la vida siempre da más opciones... Emprendes el gran viaje de tu vida: La
Búsqueda. Unas veces dando palos de ciego, pero siempre llegando a más opciones y a gusto del consumidor: alimentación, apertura espiritual, meditación, ejercicio, medicina ortomolecular, holística, homeopatía, biodescodificación, zen, trabajo personal (de heridas, miedos, de ego,...) etc etc etc.
¡¡Las opciones son muchas!!
Milagrosas? todas y ninguna.
Cuál es la medicina verdaderamente milagrosa?
la que sale del alma mueve montañas y esa es la que deseo desarrollar!... pero qué pasa con tu alma cuando vives en una sociedad que sólo contempla una opción porque no tiene fe en su encarcelada alma ni en otras opciones?... que tropiezas con la reflexión:
los equivocados seremos unos cuantos muchos o es la sociedad?... y a tu alma la encarcelas o la liberas según lo fuerte que te encuentres para afrontar dicha reflexión en ese momento.
Y cuando ya te cansas de tropezar y caer... por exponerte a los miedos de otros o con las encarceladas almas de otros o por las escasas opciones de otros (bien porque una pañoleta en tu cabeza les pone en contacto con sus propios miedos y limitaciones, o bien porque no sienten que somos seres de luz maravillosos y te dicen que estás loca, o bien porque no han sentido necesidad de otra opción)... con tu alma deseosa de vivir... apertura y...
zas! ¡das con tu(s) opción(es)! Con la horma de tu zapato, con el idioma que tú entiendes, con la clave que tú descifras... Sensación de estar en el regazo de mamá... Y es aquí cuando encuentras tu flotador salvavidas para subir a la superficie aún sin fecha de caducidad. A unos nos puede llevar más o menos tiempo, con contratiempos, dudas, tropezones y caídas... pero estamos ahí... transitando nuestro camino y nuestro viaje bajo un criterio que se va elaborando según avanza nuestra Búsqueda.
Y como todas mis reflexiones, aplicables a cualquier situación de la vida (no sólo cáncer), me digo y os digo que por favor... no nos obcequemos a una sola opción como la única (sobre todo, si se las necesita), liberemos nuestra alma de nuestra cárcel (permitiéndonos ser nosotr@s mism@s) y no demos prioridad a nuestros miedos (lo desconocido acojona y tirarse a la piscina también pero cuando toca, toca!)... No se trata de un todo vale y abarcar todas las opciones. El viaje de nuestra vida nos irá diciendo en qué paradas bajar y en cuáles no... Y nuestro cuerpo físico, mental y astral nos lo agradecerán.
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Y termino esta (más que publicación) carta a mi misma y a tod@s aquell@s que deseen recibirla directa al corazón, con otras tres reflexiones: una conversación que tuve hace unos días con un conocido (que también tiene cáncer), con una pregunta-debate muy de la sociedad ante estos temas y con un toque de atención.
- Me decía el conocido en una conversación fluida y de buen rollo... que él no cree en la energía o en que exista un dios o algo que se le parezca, en la somatización de enfermedades... él sí cree en que según en el estadío que esté tu enfermedad te curas o no, en que te toca o no te toca, en lo tangible, en los números, en lo convencional y en una buena alimentación,...
Yo le respondí: esas son las opciones salvavidas que tú eliges tener, como yo tengo las mías Acaso importa cuáles son verdaderas? Si cada uno con las suyas hemos conseguido llegar a la meta... es que hemos dado con el idioma que entendemos, con la clave que sabemos descifrar... con la horma de nuestro zapato. Y eso no es lo que importa?.
- La pregunta-debate de la sociedad cuando se tocan otras opciones es: Si tanto que la quimioterapia es agresiva y que hay otras opciones que curan, si la leche de vaca es tan mala para alguien con cáncer, si el azúcar es veneno... tan equivocado estará nuestro sistema de salud! y si eso es cierto... somos unos títeres entonces?
Y yo pienso: Pero a día de hoy nos sigue extrañando ser títeres de una sociedad representada por unos personajes que nos han llevado a donde hemos llegado! Que mientras el mundo se aprieta el cinturón y el estómago, los bancos campan libremente, los altos cargos para el saco y sálvese quien pueda!... Y somos tan inocentes de pensar que en términos de salud, de industrias farmacéuticas y alimenticias no juegan las mismas reglas de manipulación?. A mi ya no me extraña nada de lo que me entero al respecto. Me queda claro que somos un Documento Nacional de Identidad o un número de Seguridad Social.
- Y el toque de atención es por lo siguiente: Conozco a una persona que recientemente le han diagnosticado cáncer. En un estadío que a él le alarma. Está acojonado. Todavía no ve opciones o todavía no ha encontrado el flotador salvavidas que lo lleve a superficie (la horma de su zapato). Algunos que le rodean especulan con su destino y "juegan" a ser videntes con la sentencia: Uff, se va a morir, eh.
Y recuerdo como una persona (a la que yo creí a la altura de las circunstancias confiándole mi proceso, mi intimidad, mi casa, mis miedos y mis sentimientos) se encargó de jugar a vidente de igual sentencia conmigo para compartirlo con gente de mi entorno (por pura bacazas - y no por contexto)... Y a sentencias de... Funalita se va a morir, Pepita está endiosada, Manola es una cobarde, Paquita está mal follada y a Menganita la vida le va a ir fatal por no recurrir a mi... Sentencia de esto, sentencia de aquello... bla bla bla... Ainss, y me entró la vergüenza propia y ajena por las veces que no saqué mi propio criterio ante sentencias de este tipo o parecidas.
Como profesional, se desprestigia ella sola.
Jugar a videntes, esparciendo verbalmente sentencias sobre personas que te confían sus procesos en la intimidad de una consulta, es de muy mal gusto y de una pobre ética profesional.
A mi me queda subir las manos a la cabeza por faltar a mi ética moral (que no profesional), pedir perdón a quien se lo tengo que pedir, perdonarme por ello (he aprendido el valor de saber acompañar sin tanta historia, tanto análisis y tanta sentencia de intimidades), y reflexionar el toque de atención a mi misma y para quien le sirva de ayuda:
Hacer quinielas sentenciando de muerte (u otra cosa) a una persona que está luchando... ES DE MUY MAL GUSTO. De verdad os lo digo.
Cuántas veces sucede que alguien a quien se cree que no la cuenta (por un cáncer, por un accidente, por un derrame, un infarto...), vive y el que no tiene nada, va y se muere repentinamente. Quién sabe?
Y si al final tu quiniela resulta acertada (no es tan difícil cuando se trata de elegir Vive o Muere)... Lo es mientras sentencias a alguien que se encuentra en plena batalla? NO.
Venimos a esta vida con billete de ida y vuelta... Cada alma decide cuando retirarse o -lo que es lo mismo pero en otro idioma- a cada uno le toca cuando le tiene que tocar. Aquí no gana el que más años vive... Gana el que vive en paz o decide despegar rumbo al Cielo también en paz. Ese es el verdadero GANADOR de vida.
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Espero que mis reflexiones os hayan gustado, servido, concienciado... He de deciros que a mi me valió de mucho. Y confieso que ser cañera a veces, es una necesidad. Doy gracias por tener este espacio-diario en el que me expreso y que además, sé que a muchas personas ayuda. Gracias por todo.
Un abracito a tod@s.