Mi hermana y yo con el retrato de nuestro padre el día que le hicieron un homenaje |
A sus 24 años lo hice padre... era joven, de mentalidad más joven todavía, estudiante, fiestero, cultivaba la amistad, le gustaba pasárselo bien, hijo travieso, nieto muy arropado, adelantado a su época, futuro incierto "seré aparejador, seré ATS... qué seré?"... y con estas llegué yo a su vida.
En mis primeros años de vida, poco recuerdo haber disfrutado de él... trabajaba fuera... Y yo crecí rodeada de mi madre, mis abuelos paternos, mi tía Rosa (hermana de mi padre y mi "hermana" mayor... la que me cambiaba los pañales con una pinza en la nariz jeje, la que estudió una carrera cuando los planes para ella eran otros, mostrándome el significado de luchar por lo que uno quiere) y demás familia materna compuesta por muchos tíos y muchos primos.
A sus 28 años, mi padre encontró el que sería el trabajo de su vida... y con ello, la vida de mi madre y mía dio un giro... Nos fuimos a vivir los tres a un pueblo pesquero en plena Costa da Morte gallega de nombre Laxe. Yo tenia 5 años y mi padre empezaba a estar más presente en mi vida. Menos de lo que deseaba... días en los que llegaba a comer y yo me iba al cole y llegaba a cenar estando yo dormida.
A sus 33 años, Luisa lo hizo padre por segunda vez y a mi me hizo hermana... y así llegaron nuevos cambios... Yo contaba con 8 años de edad y, la idea de compartir los (para mi) efímeros momentos que tenía con mi padre, no me agradaba mucho. A los pocos meses de nacer, mi madre se incorporó al trabajo... y con ello, la vida nos trajo a mi tía Sara a nuestras vidas (la que fumaba los Royal Crown y luce unos labios pintados como nadie, la que puso todo su amor en criarnos a mi hermana y a mi)... y con ello, noches donde mi padre aprendía a ser padre (de los de ahora), cambiando pañales y dando biberones en la madrugada.
Y fue pasando el tiempo... y fueron entrando normas, lecciones, aprendizajes y valores en mi vida:
- La norma número uno de mi padre era que los viernes tocaba hacer maletas para irnos el fin de semana a "airearnos" (como él decía).
Llegaba el viernes... maletas y pista en el Seat 127 color amarillo huevo.
Destinos? varios. Casa de abuelos paternos y maternos, casa de unos u otros tíos,...
A día de hoy y, pasando por alto rencillas varias que esto me generaba, muy agradecida te estoy papá!.
Esta norma me quitaba la posibilidad de convivir con mis amigos (perdiéndome cumpleaños, celebraciones y juntanzas varias) pero gracias a estos fines de semana, tengo MARAVILLOSOS recuerdos de convivencia con mis primos y mis tíos... y esto lo enlazo con la segunda norma de mi padre...
- La segunda norma de mi padre (de mis padres) era que la familia es lo más importante.
Con esta norma, he podido crecer rodeada de mis primos... aquellos momentos de dormir todos apilados en colchones tirados por el suelo (en casa de abuela, en casa de tíos, en nuestra pequeña casa de entonces,...), aquellos domingos de verano en la playa con la familia (cuántos éramos? 25? 30?), aquel verano en Razo con la tortilla de mi tía Isabel (qué sabor de tortilla!), aquellos fines de semana en Coruña, aquellas verbenas donde tanto os divertíais (que mayores os veía... qué jóvenes erais!),... aquel día de agosto de 1993 en el que la tía Isabel partía rumbo al Cielo con cuarenta y pocos años en circunstancias similares a las mías pero diferentes (eran otros tiempos de medicina, eran otros tiempos de mentalidad)... Nunca te vi llorando tanto como el día de su funeral, papá.
Y, como la familia es lo más importante, allí nos fuimos un mes a su casa para acompañar a su marido y sus hijos (mi tío y mis dos primos) en esos momentos tan difíciles para ellos... para todos. Nunca lo olvidaré.
- Otra norma de mi padre que se resume con una frase que no hacía más que repetir es: "lo que hay que ser en la vida es persona"... y yo "joer, con lo de ser persona! y qué es ser personaaa?". Hoy en día, ya lo sé papá. Ya sé lo que es ser persona... Puede que tus valores y los míos de lo que implica ser persona no coincidan, pero te aseguro que intento ser yo y en armonía para todo el mundo (intentos fallidos muchos... la norma no es fácil).
- Con mi padre aprendí a valorar a todos por igual sin importar el dinero. Tenía amigos desde mucho a nada de dinero y su forma de estar con unos y otros no cambiaba ni un ápice. Aparentar no estaba en su vocabulario. Tuvimos un coche Austin Montego de segunda mano pero cochazo para aquel entonces con todas las comodidades y él seguía cogiendo el 127 amarillo huevo... luego acabó cambiando el Austin por el 205 de mi abuelo (que ya había sido de mi tía Rosa)... así era mi padre!.
La ropa... cuanto más usada más te gustaba. Yo te decía "pero a dónde vas con ese jersey que en vez de azul marino ya parece gris!!" a lo que me respondías "me encantaaaa!".
- A mi padre le encantaba la tradición gallega. Fuxan os Ventos era de sus grupos preferidos (para los que sois gallegos entenderéis qué significaba esto en la Galicia de entonces). Le encantaba sacar su libro de cancionero gallego y español, botella de anís, cunchas e chascarraschás y a cantar!. De aquí nació mi predilección por la música celta y folk, muy seguramente.
- Y fueron pasando los años... me diste grandes lecciones y yo a ti también... qué bonitas son algunas lecciones y qué duras son otras... en este punto reflexiono: habrá alguna hija que te haya dicho tantas como yo a ti?... tenías el don de la palabra y yo también... pero después de rebatirte absolutamente todo yo acababa cediendo, qué remedio!... "se hará como dices porque eres mi padre pero que sepas que no tienes razón y no te la doy!" jajaja... vaya dos!.
- La relación entre mi padre y yo era un tira y afloja, era un "pero mira que te adoro, pero mira que te rechazo"...
Intentabas enseñarme a no tener cosquillas tirados por el suelo de casa... cuando tenías un vino de más eras increíblemente cariñoso, simpático y divertido... he llegado a verte de marcha por Pubs (tú con tus colegas y yo con los míos)... ay, que cabreada me mostré alguna vez contigo por verte por ahí papá! Sabes? En el fondo me encantaba encontrarte y tomarme una copa contigo y que todos viesen "lo guay que es mi padre".
Tenías que ir a hablar con mi profesora y no sabías a que aula ir porque no sabías en que curso estaba yo (no te justifico... sé que eran otros tiempos y otra mentalidad de ser padre)... pero cuando vivía en Madrid y en plena crisis con mi novio de entonces (acabando de vivir una experiencia que a día de hoy la recuerdo como horrible) a quien llamé llorando para pedir ayuda fue a ti.
Recuerdo que era víspera de un puente nacional. Yo no iba a Galicia ese fin de semana largo. Mis visitas a casa eran contadas a lo largo del curso. Porque suponía mucho dinero y teníais otra hija más estudiando también. Te conté lo que me había pasado. Me escuchaste... podría parecerte una chiquillada de veinteañera... "te ingreso dinero y vente para casa. Aquí te estamos esperando" fue tu respuesta.
En mi estancia en Madrid (casi cuatro años), cuando visitaba Galicia siempre deseaba dos cosas... ir a ver el mar y comer: pulpo á feira y empanada gallega (o el cocido de abuela en invierno). Mi padre me vino a buscar con mi tío Paco. Los tres nos fuimos a casa por la ruta más larga... todo por la costa, con montañas verdes a la izquierda y el gran Atlántico a la derecha. Al llegar a casa, el pulpo y la empanada me estaban esperando. Cuánto te agradezco este gesto conmigo!. Un chico me había destrozado... y dos hombres estaban ahí para recogerme.
En los últimos años de tu vida... las lecciones empezaron a ser gordas. Tu padre nos dejaba y dos años más tarde, en la consulta del cirujano, nos daban la noticia de mi cáncer de mama.
El primer día de quimioterapia fue una expectación llena de miedo... "de qué va todo esto? cómo lo llevaré?"... estábamos en el Hospital de Día mi madre y yo (como había un asiento de acompañante, creíamos que sólo podía acompañarme uno) y mientras me inyectaban la quimioterapia veía a mi padre a través de los grandes ventanales dando paseos de un lado a otro en el exterior. Así durante tres horas. Por veces se paraba y me miraba fijamente con preocupación... yo le soltaba una sonrisa en modo todo va bien (y así era! yo me imaginaba algo muy terrible con la quimio)... y tu cara cambiaba a esa sonrisa tuya mirándome fijamente como en tantas situaciones de mi vida... Era tu gesto de "todo va bien, estoy contigo, confío en ti y te quiero". Cuánto decías con este gesto, papá!. Ahora lo sé.
Por aquel entonces (hace ya seis años) mi padre estaba totalmente presente en mi vida...
A tu manera! eras auténtico hasta en la paternidad!. Y para que me entendáis...
- Cuando mi hermana se iba a hacer un curso de inglés al extranjero, al llegar a Madrid para hacer escala tuvo un problema en el aeropuerto (DNI caducado, no pudiendo salir del país). Este momento fue "horroooorrr, que la niña está tirada por el mundo adelante!!". Rápidamente mi pareja de entonces y yo venga a movernos para conseguir sacar a mi hermana de esa situación. Luisa venga a llorar y papá venga a decirle: "ahora ya fue... tranquila que tiene solución" y se fue al bar a tomar algo y "llamadme con lo que sea".
Tenías mucha razón en una cosa que caso omiso te hicimos: de nada servía darle vueltas y lamentarnos de "y si hiciésemos así... y si el DNI lo otro... igual no pasaba esto". Yo ahora hasta puedo llegar a entenderte: "que no cunda el pánico... tranquilidad... uufff, es imposible... ni caso me hacéis... yo no tengo idea de solucionar esto por internet... vosotros sí... pero quedarme aquí para acabar desquiciado yo también, va a ser que no... me voy al bar".
No te justifico papá porque bien es cierto que si hiciésemos la tuya, Luisa seguiría en el aeropuerto esperando volver a casa... pero a día de hoy la anécdota resulta graciosa!. Mi hermana consiguió volver. Al día siguiente, papá la acompañó a por su DNI nuevo y dos días después, mi hermana estaba haciendo su curso de inglés.
- Cuando mi hermana estudiaba la carrera en Vigo, ella todavía iba al Conservatorio de Música. Eso suponía una vez a la semana lo siguiente: mi padre conducía más de 1h de Laxe a Santiago para recoger a mi hermana que venía de Vigo en tren. Durante otra hora iban en coche a Carballo al Conservatorio. Esperaba mientras ella estaba en clases. Y eran muchas las veces que arrancaban directamente para Vigo durante una hora y media más de coche. Mi hermana se quedaba en Vigo y, de noche y en pleno invierno, mi padre volvía conduciendo dos horas más a Laxe.
Así era mi padre!
Cuando yo estaba con la quimioterapia (descubrí no hace tanto)... que en un reconocimiento médico de su trabajo le aconsejaron ir al especialista por los resultados de su analítica. "ahora estamos con lo de Paula... ya iré más adelante". Habiendo terminado la quimioterapia, habiendo sido operada y en pleno tratamiento de radioterapia (de un mes de duración) a mi padre le empezó a hinchar la barriga. En Urgencias no veían nada... si acaso hígado graso y poco más... Para cuando terminé la radioterapia con unas ganas de vivir locas, llena de ilusiones, resurgida de entre las cenizas y con una gran sensación de "prueba superada!", mi padre ya estaba ingresado con un diagnóstico claro: linfoma.
Fueron transcurriendo los meses y esta vez era yo la que llevaba a mi padre. Mi padre mejoraba... todo va bien.
Esta época la recuerdo como durísima. Había llegado la hora de experimentar lo que es ser allegado de un "débil" (como digo en mi anterior publicación) y tenía sentimientos muy encontrados. Por un lado, yo necesitaba VIVIR, recuperarme de mi experiencia, ponerme el mundo por montera y liberarme de todo lo encarcelada que me había sentido... Por otro lado, la responsabilidad para contigo papá me impedía pensar en mi. Mamá y tú lo sabíais y me cargabais lo menos posible. Pero la mente no me dejaba pensar en mi. Si un día no te acompañaba, mi conciencia no me dejaba dormir tranquila. Y en medio de esta lucha interna que me partía en dos... llegó tu trasplante de médula.
Vale que tu hígado y riñones no estaban sanos y fuertes ya antes del linfoma... pero el día de tu ingreso para el trasplante y esa visita de una Doctora que a día de hoy aún recuerdo su cara nítidamente mientras hundía tus ilusiones con sus palabras faltas de empatía alguna... eso lo puedo catalogar como la gran putada de las putadas. Podría haber sido otro médico, otras palabras, podría haber sido un enfoque más alentador de las posibilidades que estaban por venir. Pero en tu camino estaba esa Doctora, que ese día había tenido un mal día por a saber qué y que utilizó tu "debilidad" para quedarse a gusto mientras se miraba su manicura. También pudiste hacerle caso omiso y seguir luchando con tus ilusiones pero creíste sus palabras "volver a pasar por esto? diálisis por vida? no volver a tomar un vinito? que mis órganos no respondan?" y no soportaste la idea de ese alto precio.
Un mes y medio antes de morir mi padre, ingresado por lo del trasplante y con visitas semanales a la UCI porque sus órganos eran los que eran... a mi me cogen para hacer un curso en Santander durante mes y pico para Observador de Meteorología. Qué ilusión!. Había llegado el trabajo de mi vida!. Estaba dispuesta a renunciar a él por la situación familiar pero mi padre (mis padres) lejos de permitirme semejante tontería, me entregó su coche, me dieron un montón de dinero y allá me fui.
Mi estancia en Santander ahora lo veo como agua para las plantas. Nunca veremos una situación perfecta en nuestra vida. Siempre habrá algo que nos haga pensar "si no fuese por esto o esto otro, sería perfecto". Y en este caso no iba a ser menos!. Estaba jodida por mi padre. Hasta me emparanoié de que volvía a tener cáncer porque se me había enquistado un pelo de la axila. Y la ginecóloga del Hospital de Santander venga a decirme que no me preocupase que era un pelo enquistado y yo venga a llorar...
Y cuando ya no me sentía culpable por estar pensando en mi y en mi futuro... el curso terminó y vuelta a casa con una realidad muy dura.
Quince días después de volver del curso, mi padre se fue rumbo al Cielo. Esa tarde a mi padre le sangraba la nariz por una herida que le habían hecho con una vía. "esto no hay quien lo recomponga" fueron sus palabras mientras yo le limpiaba la zona. Esa noche, me despedí de mi padre con un beso y "hasta mañana", salí de la habitación del Hospital y, una vez en el pasillo, me paré y me giré para sonreírle y decirle adiós con la mano. Me sonrió "todo está bien" y me fui a mi casa.
Recuerdo que era la noche en la que La Torre de Hércules de A Coruña conseguía ser Patrimonio de la Humanidad y los fuegos artificiales que de ella salían se veían espectaculares desde mi casa. Mientras veía los fuegos y como saliendo de mi misma, me vi fatal... una tristeza, una rabia por la vida, una impotencia,...
En casa me esperaba mi querido perro Paquito lleno de alegría y amor. Nos metimos en cama (esa noche estaba yo sola) y unas horas más tarde entra el que era mi pareja despertándome con la fatal noticia.
Nunca presencié un entierro más impresionante. Puede que sea porque eres mi padre y lo quiero ver así... cuántas muestras de amor recibimos. Fue duro por lo que significaba. A día de hoy y, habiendo aceptado la realidad, lo veo bonito.
Y fue transcurriendo el verano. Y yo súper sana. Pero taaan triste. Había conseguido un padre 100% y te vas... que sentimiento de abandono más grande. Estaba enfadada contigo papá... para qué te voy a decir lo contrario. Mentiría.
Y envuelta en este aura de enfado, resentimiento, ira y rabia por la vida entera... llegó mi recaída (va a hacer tres años ya) de la que no voy a hablar en esta publicación porque ya la conocéis los que me leéis.
Estos dos últimos años el cáncer trajo consigo muchas lecciones. Es un gran maestro para mi (como para otras personas lo es otra cosa, circunstancia o situación). Pero si existe un MAESTRO para mi y a lo grande, ese eres tú papá.
Para lo bueno y para lo malo sé porqué decidí tenerte como padre en esta vida. Y quiero que sepas (por si te cabe la menor duda) que eras, eres y serás el mejor padre que yo deseaba, deseo y desearía tener. Con tu partida me llegó la gran lección de mi vida: soltarte y que tu alma siga tu camino.
Me quedo con lo que me dijo mamá el día que te fuiste: "tranquila, lo superarás. Ahora es doloroso pero con el tiempo se pasará"... Es lo más grande que me dijo mi madre, por sus palabras y por como lo dijo.
Y tenía razón... el tiempo todo lo cura. Y con esta herida cicatrizando, fui capaz de hacer mi vida sin ti. Fui capaz de conocerte sin ti. Fui capaz de ver el padre que eras sin ti. Fui capaz de remontar mi vida, de tomar decisiones drásticas personales,... sin ti.
Soy capaz de ser feliz papá, de ponerme el mundo por montera, de VIVIR mi vida, de sentirme una persona "normal" (unos tienen colesterol, otros tienen artritis, otros tenemos células cancerígenas que vienen y van, otros tienen adicciones importantes,...) porque soy "normal"... y sin ti.
Con mi divorcio me he sentido poco entendida, culpable y loca... Cuánto eché en falta tu gesto de mirada fija con la sonrisa de "todo va bien, estoy contigo, confío en ti y te quiero" en este último año!. Mucho mucho. Pero lo he conseguido... he conseguido decirme "todo va bien, estoy contigo, confío en ti y te quiero" a mi misma... y sin ti.
Soy feliz papá, estate tranquilo. Luisa también lo es. Vengo de pasar una semana con ella y la veo tan bien!. Las dos estamos bien. La vida no es fácil pero... quién dijo que lo fuera!. Todo depende del lado de la moneda que creamos como importante, verdad?.
No estás presente pero estás en nosotras. Remontamos nuestras vidas sin ti... aún que haya muchos momentos de tener: "SAUDADE DE MEU PAI... SAUDADE DE TUDO" (como dice este vídeo que os muestro).
El vídeo es la parte final de una película que me encanta CENTRAL DO BRASIL (lo subtitulé al español)
Esta fue tu gran lección como maestro nuestro que eres.... y en mi nombre y en el de Luisa también: GRACIAS PAPÁ... UN MILLÓN DE GRACIAS!! (como tú decías)... muchas felicidades por los 58 años que cumplirías hoy.
NUNCA TE OLVIDARÉ
----------------------------------------------------------------------------
Quiero agradecer esta publicación a Montse Batlló (por todo lo que me ayuda como profesional).
A mi madre por respetarme.
A mi abuela Dosinda por todo su apoyo.
A mi abuela Sara (que nos dejó hace poco con más de noventa años) por todo lo que nos transmitió e inculcó a hijos y nietos hasta el final.
A mi abuela Sara (que nos dejó hace poco con más de noventa años) por todo lo que nos transmitió e inculcó a hijos y nietos hasta el final.
A Rosa por ser amiga y hermana, además de tía.
A mis "sobrinos" por alegrarme la vida (aún que últimamente no pare y nos veamos menos).
A mis "sobrinos" por alegrarme la vida (aún que últimamente no pare y nos veamos menos).
A toda mi familia Casal (tan auténtica y genial!)... A mis primos porque me encanta muchísimo compartir momentos con ellos. Es como estar en la barriga de mamá.
A mi jefa y compañeros de trabajo por hacerme la vida tan fácil durante estos meses de interina (sí, el esfuerzo de Santander sigue dando sus frutos y el trabajo de mi vida sigue contando conmigo).
A mis perros Paquito y Pancho por darme taaaanto.
Al Whatsapp por haberme ayudado a abrir ciertas puertas en mi.
Gracias Victor por hacerme sentir como en mi casa.
Pero si hay alguien a quien quiero agradecer esta publicación es concretamente a mis compañeras ibicencas Luisa e Inés... por todos esos grandes momentos vividos que ayudaron a escribir estas palabras.
GRACIAS!!!
---------------------------------------------------------------
Al Whatsapp por haberme ayudado a abrir ciertas puertas en mi.
Gracias Victor por hacerme sentir como en mi casa.
Pero si hay alguien a quien quiero agradecer esta publicación es concretamente a mis compañeras ibicencas Luisa e Inés... por todos esos grandes momentos vividos que ayudaron a escribir estas palabras.
GRACIAS!!!
---------------------------------------------------------------
FELIZ VERANO A TOD@S!!
Os colgaré fotitos... tengo la agenda llena de cosas por vivir...
Os colgaré fotitos... tengo la agenda llena de cosas por vivir...
13 comentarios:
Non te coñezo, de vista pode que si. Dei co teu blog de casualidade. Gustoume ler isto, gustoume ver que a vida hai que vivila todos os días, e quen sabe, pode que collela polos cornos, mirarlle aos ollos e vernos reflexada nela. Gustoume toparme con este muro de realidade e que alguén amosa quen é. Felicítote de corazón.
Eu son pai, e teño os mesmos medos que seguramente tiña o teu, non poder estar sempre para que anque non o soubeses, coidarte.
E anque nun principio non o soubeses, fíxote forte, pode que pola súa forma de ser, e sin querelo, pero fixoo ben moi ben.
UN saúdo e vive, que é unha obligación, como decía Sampedro, deronnos a vida...pois a vivila.
Moitísimas gracias polo teu comentario!
Unha aperta.
Maravilloso texto. Emocionante.
Tú si que eres una gran maestra!.
Xela. Pontevedra
Muchas gracias Xela!
Besazos
Si que era un tio moi grande teu pai. Dou fe
Un abrazo Paulinha
!!!Dios k palabras más bellas!!!
Un beso
Eli
Hola Paula!!!en primer lugar felicitarte por tu blog,me encanta leerlo y aprender tanto de ti,aprender que la vida hay que vivirla feliz con lo que a uno le a tocado.Que decir de tus hermosas y emocionantes palabras dedicadas a tu padre.Que grandes son los padres,verdad??aunque muchas veces no nos deamos de cuenta.Te conozco de verte en el instituto de bayo,por laxe...Un dia cotilleando en el faceebook los amigos de mis amigos te encontre y me dejaste sin palabras,cuanto me ayudas a reflexionar sobre la vida!!Te deseo todo lo mejor,mucho animo y a seguir transmitiendonos tus fuerzas a traves de tus palabras.besosss
Gracias Dieguiño!
Unha aperta para os tres.
Muchas gracias Eli!
Besos
Hola!
Así que nos conocemos! Pues ya me dirás quien eres (si quieres claro)! ;)
Muchas gracias por lo que me transmites con tus palabras. Me alegra un montón que compartir mis cosas más/menos intimas, puedan ayudar.
Un abrazo grande
Muy buenooooo!!!!
Hola Paula...! Hermosisimas palabras...eres una gran MUJER, te felicito por tu fortaleza y tu entereza para afrontar la situaciones difíciles de la vida. Te mando un muy fuerte abrazo...!
soy Abraam Montero...
Hola Paula, qué relato más hermoso !! Mi padre se fué cuando yo tenía unos 20 años, y lo recuerdo mucho pese a que ahora ya tengo 46, dos niños pequeños
Pero hace una semana le han diagnosticado un cáncer en el pecho. Se lo tendrán que quitar y luego quimioterapia...
Estoy aterrado, pero por ella y por los niños sacaré las fuerzas de donde sea para que salgamos los cuatro adelante. Con lo inestable y depresivo que soy me va a ser difícil, pero lo conseguiremos.
La que tanto me ayudó cuando lo de mi padre y durante todos los días de mi vida, ahora va a necesitar mi ayuda.
Te deseo lo mejor.
Suerte.
Publicar un comentario